lunes, 25 de agosto de 2014

Tu cerebro te está mintiendo.

El cerebro es un músculo y como tal debemos ejercitarlo; el problema es que él es quien controla todo en nuestro cuerpo y es quien contiene nuestra capacidad de esforzarnos y nuestra fuerza de voluntad por lo que sabe como convencernos para hacer lo que él quiere y no hacer lo que no le apetece.
Todos hemos recibido de alguien eso de "tu peor enemigo eres tú mismo" refiriéndose a que tu eres la única persona capaz de impedir que logres aquello que te propones. Mi forma de hacer más llevadera esta lucha contra uno mismo es imaginarme a mi cerebro como a un ente malvado que quiere impedir que consiga mis sueños y que cada vez que logro algo es una batalla vencida contra ese malvado.
Obviamente, mi cerebro es responsable de todos mis defectos y de todas mis virtudes y lo que está sucediendo en realidad es que la parte de mi mente que se encarga de los objetivos, los sueños y los proyectos tiene que enfrentarse a la parte de mi mente que prefiere no trabajar, vaguear, ver vídeos graciosos y en definitiva recibir placer en las neuronas.
A este contrincante no le importa jugar sucio y las mentiras son su mejor arma y tiene varias maneras de usarlas: una es convenciéndote de que mañana harás eso que tienes que hacer y hoy puedes disfrutar, la defensa contra esto es recordar que MAÑANA NO EXISTE y por lo tanto sólo tienes hoy para hacer las cosas. Otra forma de engañarte es decirte que ya has trabajado lo suficiente y te mereces un premio, contra esto tenemos que ponernos un objetivo y un premio para cuando lo alcancemos y hasta que no lleguemos al objetivo no nos daremos el premio. Las escusas es la peor de las maneras que tiene para convencernos de no cumplir con nuestros objetivos y siempre son cosas como no puedes porque estás cansado, tienes algo mejor que hacer, alguien te lo impide, te mereces un descanso... todo esto no son más que escusas y la única manera es detenerlo en cuanto empieza y ponerse manos a la obra.
Debemos recordar que al cerebro le interesa el placer momentáneo aunque sea más pequeño que el placer para el que tiene que esforzarse y que puede ser mucho mayor y más duradero por lo que es bueno que sobornemos a nuestro cerebro con pequeños placeres siempre que cumpla pequeños objetivos relacionados con nuestro sueño o deseo.
Espero haberos ayudado. Si tenéis alguna duda, petición, crítica, idea o lo que sea me podéis dejar un comentario aquí, en mi canal: Iria te ayuda, en mi twitter: @Iriateayuda, en mi facebook: Iria te ayuda o si lo preferís podéis enviarme un correo a: iriamuch@gmail.com. Si os ha gustado y queréis leer más entradas como esta seguidme. Muchas gracias por leer y hasta mañana.

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