jueves, 23 de octubre de 2014

Mi bolsodisea continúa.

El mes pasado os conté que había cambiado comprar bolsos por comprar cosméticos, pues bien al darme cuenta he dejado de hacerlo y con el paso de los días he notado como las ganas de volver a los bolsos han ido aumentando y para reducirlas me he dedicado a ver vídeos en YouTube sobre bolsos: que llevo en mi bolso, unboxings, reviews... cualquier cosa relacionada con mi vicio.
Con el paso de los días me centré en los vídeos de lo que lleva la gente en sus bolsos y me he dado cuenta de que la mayor parte de lo que metemos ahí dentro es porquería; que si maquillaje por si te hace falta retocarte, que si una agenda por si nos olvidamos de algo, que si una tablet por si nos aburrimos... Mi primer pensamiento fue que la mayoría de los hombres sólo llevan consigo cuando salen de casa su teléfono, su cartera y sus llaves (con suerte alguno se acuerda de llevar pañuelos de papel) y no les pasa nada, no necesitan de tantos por si acasos para sobrevivir y después me di cuenta de que no necesitan cargar con los por si acasos porque lo hacemos nosotras. El segundo pensamiento me vino cuando entré en una espiral de vídeos sobre lo que llevaban en su bolso chicas que tenían algún bolso de las grandes marcas (ya sabéis a lo que me refiero) donde la mayoría de propietarias de bolsos de 800 euros llevan dentro de estos contenidos que todos juntos no superaban el dineral que les había costado el recipiente y en ese momento me vino un pensamiento que publiqué en twitter: ¿para que quieres llevar un bolso que cuesta más que todo lo que llevas dentro? Y teniendo en cuenta que a mi no me gusta llevar nada de valor ni importante en el bolso por si me lo roban eso implicaría que si alguna vez llevo un bolso de diseñador al ladrón le valdría más llevárselo vacío y no cargar con la tonelada de tonterías que llevo. Esto no quiere decir que no sienta deseos de comprarme uno de esos cuando tenga dinero, lo que quiere decir es que sentiré más remordimientos.
Aunque toda esta técnica ayuda, tengo que admitir que hay momentos de debilidad cuando paso por ciertos escaparates y veo alguno de ellos ahí, mirándome, como diciéndome: "por favor, llévame contigo. Aquí estoy sólo y abandonado" en esos momentos me planteo claudicar y gastarme lo que llevo encima para poder añadir uno más a la colección y lo único que me impide hacerlo es mi fuerza de voluntad para no romper mi promesa y ahorrar para mi futuro, así que ya sabéis: si queréis lograr algo empezad a ejercitar vuestra fuerza de voluntad.
Espero haberos ayudado. Si tenéis alguna duda, petición, crítica, idea o lo que sea me podéis dejar un comentario aquí, en mi canal: Iria te ayuda, en mi twitter: @Iriateayuda, en mi facebook: Iria te ayuda o si lo preferís podéis enviarme un correo a: iriamuch@gmail.com. Si os ha gustado y queréis leer más entradas como esta seguidme. Muchas gracias por leer y hasta mañana.

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