miércoles, 1 de julio de 2015

¿Por qué nos cuesta decidir?



Hace más de un año publiqué este vídeo para ayudar a todos aquellos que pasan un mal trago cada vez que les toca tomar una decisión.
Aunque en el vídeo digo que voy a daros ejemplos prácticos, prefiero centrarme en aclarar cual es el problema subyacente a nuestra indecisión.
En la época actual estamos acostumbrados a tenerlo todo, o más bien lo mejor de cada casa y cuando nos encontramos en la situación de tener que elegir entre una cosa u otra surge el miedo a que al tomar una decisión perdamos la mitad de lo bueno.
El ser humano es codicioso por naturaleza; nuestro cerebro está hecho para elegir aquello que nos da placer y evitar todo lo que no, por lo que es muy difícil quitarse este lastre y requiere un gran esfuerzo por nuestra parte que nuestro cerebro no está dispuesto a realizar; por lo tanto, si decides deshacerte de tu codicia ten por seguro que será una guerra encarnizada contra tu peor enemigo: tú mismo.
Cuando doy consejos sobre como mejorar nuestra conducta o cómo cambiar algún aspecto de la misma, suelo recomendar que os pongáis metas y que cuando las alcancéis os deis autopremios, pero en este caso sería alimentar al monstruo, por lo que para este problema lo mejor es aprender a conformarse con lo que uno tiene y a obtener placer de los logros obtenidos y no de las posesiones materiales.
Esto se reflejará en nuestra capacidad de decisión en que nos fijaremos en lo que nos hará felices y no en lo que perderíamos si no elegimos la otra; pero esto no sucederá de un día para otro si no que tendremos que esforzarnos todos los días muchísimo, para mejorar un poco y después de varios meses (años incluso, si provienes de un entorno en el que la codicia se premia) empezarás a notar algunos cambios que te ayudarán a seguir mejorando poco a poco.
Quienes seguís el blog sabéis que cada vez que doy un consejo os aviso de que no va a ser fácil, va a requerir esfuerzo y no os saldrá a la primera; no os digo esto para desanimaros si no para que sepáis la verdad y estéis preparados para lo que va a venir y que cuando falléis o volváis a los viejos hábitos no tiréis la toalla y sigáis intentándolo porque:
SÓLO FRACASA QUIEN ABANDONA.
Si en algún momento del camino queréis rendiros o sentís que os flaquean las fuerzas podéis contar conmigo y con mi apoyo incondicional.
Espero haberos ayudado. Si tenéis alguna duda, petición, crítica, idea o lo que sea me podéis dejar un comentario aquí, en mi canal: Iria te ayuda, en mi twitter: @Iriateayuda, en mi facebook: Iria te ayuda, en mi instagram: iriateayudainst  o si lo preferís podéis enviarme un correo a: iriamuch@gmail.com. Si os ha gustado y queréis leer más entradas como esta seguidme. Muchas gracias por leer y hasta mañana.

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